El sketchbook me sirve como herramienta de trabajo personal donde materializo las ideas de posibles proyectos. Se mezclan de manera muy ecléctica apuntes, ilustraciones, imágenes, collage. Es una parte muy bonita del proceso creativo: poder recopilar desde pequeños momentos como tickets de museos, para transformarlo en moodboards y composiciones más elaboradas. A menudo empleo varios cuadernos en un intento por separar sus funciones y ser más eficiente. Sin embargo siempre acabo extrayendo notas, esbozos y extractos en general para juntarlos en mi sketchbook que termina funcionando como una gran memoria de absolutamente todo.